Nueva York

El edificio más asociado a la ciudad de Nueva York es el rascacielos. Nueva York tiene alrededor de 4.493 edificios de este tipo, más que ninguna otra ciudad del mundo. Rodeada principalmente por agua, la densidad residencial de la ciudad y el alto valor del terreno en los distritos comerciales hizo que apareciese la más grande colección de edificios de oficinas y torres residenciales del mundo.

Nueva York tiene importantes edificios en un amplio rango de estilos arquitectónicos. Estos incluyen el edificio Woolworth (1913), de estilo neogótico. En 1916 una resolución municipal marcó un mínimo espacio obligatorio entre los edificios y la línea de calle, con el fin de que el sol llegase a las calles. El diseño art decó del edificio Chrysler (1930) refleja estos nuevos requerimientos.

 La piedra y el ladrillo se convirtieron en los materiales de construcción preferidos de la ciudad, tras las limitaciones que se impusieron en la construcción de casas de madera como consecuencia del gran incendio que tuvo lugar en 1835. Al contrario que París, que siempre fue construida de su propia reserva de piedra, Nueva York siempre obtuvo su piedra para la construcción de una gran red de proveedores, lo que confiere a la piedra de Nueva York una gran variedad de texturas. Un rasgo distintivo de muchos de los edificios de la ciudad es la presencia de torres de montadas en los techos. En la década del 1800, la ciudad exigía su instalación en edificios de más de seis pisos para prevenir la necesidad de una presión de agua excesivamente alta, lo que reventaría las cañerías municipales.